miércoles, 26 de agosto de 2009

angel

Si me preguntan un día ¿Qué es lo que busco?
Diría que busco un ángel para un gran final
Un ángel divino con quien yo comparta
Un beso en la frente, un beso en la mar.

Y sueño que viajo contigo en los mares
En los mares divinos de la ensoñación
Donde miramos los astros, miramos los mares
Miramos el mundo, miramos a Dios.

Y aunque a veces el sueño se pierde en la nada
No pierdo las ganas de volverte a ver
No pierdo la dicha, mi afán, mi esperanza.
De verte en mis sueños de verte otra vez

Y en las noches te busco sin éxito alguno
Y rondo tu calle sin verte salir
Y el viento susurra tu nombre muy quedo
Nomás por el gusto de verme sufrir.

Mi madre pregunta: ¿En donde has estado?
Y sin responderle me pongo a llorar
Le abrazo y le digo: “estoy enamorado”
Y mi abraza tan fuerte, me deja llorar

Quisiera que todo fuera como antes
Donde tomando tu mano, te exprese mi amor
Y en ella te escriba mi ultimo verso
El sueño de un bobo, lleno de ilusión.

dos palabras

Es una noche romántica, escucho la lluvia golpeando el vidrio de la ventana. El sonido del caer del agua contrasta con el de mi pecera, pero por instantes parecen mezclarse formando un sonido armonioso y unísono. Me siento intranquilo, me paseo por el cuarto de derecha a izquierda. Me postro frente a la ventana y contemplo la calle, apenas y se aprecia una leve luz de luna

¿Qué haces cuando el amor no te deja dormir y solo das tumbos alrededor de tu habitación pensando en el nombre de ese ángel que sin duda te ha robado el sueño?

En noches como esta, es cuando mi corazón se empapa de nostalgia. Es una tristeza sana y por ende deliciosa. Mi tristeza en esta ocasión se vuelve voz, ¡no pude negarme a hablar! Y pronuncio una frase muy chiquita ya que solo se compone de dos palabras, pero sin duda es muy emotiva:

Te extraño

rosas

Cada vez que miro una rosa, me acuerdo mucho de ti
Porque fue en un jardín lleno de rosas donde te vi yo partir
No me permitiste el llanto, tampoco me permitiste reír
No me permitiste buscarte, no me permitiste estar junto a ti....

Cada vez que miro una rosa, revivo lo que viví junto a ti.
Porque fue con una rosa blanca con la que te invite yo a salir.
Y fue una tarde muy bella de un viernes soleado de abril
Donde tu mirabas las rosas, y yo miraba hacia a ti...

Cada vez que miro una rosa, me duele acordarme de ti.
Porque fue en el jardín lleno de rosas, cuando te hice sufrir
Recuerdo que me dijiste vete, que ya no querías nada de mi
Y te alejaste llorando y en sollozo dijiste, que me apartara de ti

Cada vez que miro una rosa, tengo la fe de estar junto a ti.
Porque fue en la iglesia donde robe una rosa tan solo para verte reír.
Tu me tomaste en tus brazos y yo era un hombre feliz
Tu me dijiste “te amo y no quiero separarme de ti”...

Cada vez que miro una rosa, me acuerdo mucho de ti.
Porque ha sido siempre una rosa con lo que te vuelvo a sentir

septiembre

Es mes de Septiembre, y nada ha cambiado
La gente, los parques y el mismo salón.
Pero es muy extraño, parece distinto.
Y algo muy dentro te dice “tranquila”...
Y todos tus temores se envuelven de luto
Y a veces preguntas ¿Qué esta pasando?
No encuentras respuestas, y entras al mundo.
Pero no tienes miedo y sigues tu marcha
Descubres tu frente y abres los ojos;
Miras un espejo y sonríes por nada.
Y sientes que el mundo ya no te incomoda
Por que eres fuerte... ya eres tu misma.

Luchar contra todo no es bien del mundo,
Tu hija, tu vida, te han hecho su esclava.
Por fin te liberas de todas tus dudas.
Y dejas que el amor hoy llene tu vida.
Pero no es un hombre, sino eres tu misma.
Eres por fin libre, como una gaviota.
Y vuelas y vuelas sin ningún temor.
Los días y el tiempo ya no son importantes.
Y secas tus lágrimas con un pañuelo;
Miras al cielo y sonríes por nada.
Y sientes tu vida ya sientes tu peso
Y hoy eres fuerte... por que eres tu misma.

No creías en nada, pero ahora lo crees todo.
Y la esperanza en ti volvió a nacer.
Pasiones, pecados y todas tus dudas.
Se disipan como el agua después de llover
Y dejas que la fe hoy llené tu vida.
Pero no solo en Dios, sino la fe en ti misma.
Y sientes la alegría que te limpia del lodo
De los rencores y odios que te impedían ser feliz
Recorres tu cuerpo con tus manos desnudas,
Y miras el espejo ya te sientes tranquila.
Por que eres hermosa más de lo que crees
Y lo tienes todo... ya eres tu misma.