sábado, 28 de febrero de 2009

loas

Extraño de este mundo no soy sí antes,
Bebo, mato, engaño, robo y peco.
más me honro con las loas vacilantes,
De aquellos que de mi mano sacan provecho.
Pero extraño sería sí al encontrarme
al hombre que de ayudar vive contento,
que no busca herir al contrincante,
Con la daga que de fin a su tormento.

Es divino perdonar al que traiciona,
Mas gloria en este mundo no hay ninguna,
Hay de aquellos que perdonan y no perdonan,
Porque en todos ha de encontrarse pena alguna.
El perdón, es para los necios.
Un vino con sabor amargo,
Más el odio es un gran siniestro
Para aquellos que viven solo amando.

Buscar el bien al prójimo
Es solo para los valientes
Y para cobardes.
Sólo el buscar su daño.

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